“Yo soy súper racional, los músicos son todos locos, como emocionales”
Eso me dijo una vez alguien en una actividad escolar cuando le dije que era músico y no supe si reír o llorar. Todos los seres humanos somos racionales, emocionales y corporales. Es en nuestros cuerpos donde percibimos los estímulos a los actos externos e internos, esos estímulos nos provocan una reacción emocional SIEMPRE, aunque no seamos conscientes de ella, es nuevamente en nuestro cuerpo en donde sentimos esa emoción. Es esa emoción la que nos permite pensar y nos lleva a tomar decisiones, que nuevamente ejecutamos con nuestro cuerpo.
Por lo tanto todos somos CUERPO, MENTE Y EMOCIÓN, no somos separados, no actuamos como compartimentos, somos un todo. Lamentablemente tenemos generalmente olvidados a nuestro cuerpo y a nuestro ser emocional.
La práctica de la música nos permite de una manera lúdica, bella y generosa, tomar conciencia de esta unidad. Nos pone en contacto inevitablemente con nuestro cuerpo, lo que nos lleva de la mano a nuestras emociones y nos deja expresarlas sin necesidad de palabras, con una “racionalidad” distinta, al ser la música un lenguaje en movimiento que expresa las emociones sin pasar el filtro de los prejuicios y los deber ser de la cultura.
Intento que mis clases de flauta sean un espacio de encuentro con ustedes mismos, un lugar seguro donde las emociones pueden ser vistas, donde reencontrarse con el cuerpo y aprender hablar esta nueva lengua.